Steven Spurrier (1941·2002)

Murió Steven Spurrier, quien quedó impreso en el inconsciente colectivo por su famoso Judgement of Paris de 1976, en el que 11 jueces franceses cataron a ciegas Chardonnay y Cabernet Sauvignon de Borgoña y Bordeaux contra una selección de lo mejor de California. Un vino californiano fue calificado como el mejor en cada categoría, lo que causó un tsunami, ya que Francia era considerada en general como el principal productor de los mejores vinos del mundo.

Aunque esta cata fue verdaderamente innovadora, señalando infinitas posibilidades para vinos distintos a los clásicos franceses y literalmente abriendo el juego para los vinos del nuevo mundo, fueron también otros gestos más altruistas los que lo convirtieron en una de las personalidades del vino más importantes de la segunda mitad del siglo XX.

En su biografía, A Life in Wine, cuenta como un Cockburn ’08 que le dio su abuelo de niño encendió su pasión por el vino para siempre. El primer escalón fueron sus ya célebres Cave de la Madeleine y Académie du Vin en el Paris de principios de los 70, en donde se convirtió en un pionero y descubridor para el público inglés de grandes vinos menos conocidos de Francia. Muchos de los mejores comerciantes y críticos empezaron su camino ahí. Escribió en Decanter su ya clásica columna mensual desde 1993, inventó los Decanter Wine Awards y en 2008 plantó uva en su casa de Dorset para contrarrestar la idea de que no pueden hacerse espumosos en Inglaterra. Tenía, a sus 79 años, mucho por hacer.

Chin chin, Steve. El mundo del vino te extrañará. Mucho.