Descripción
Gualtallary, montaña arriba de Tupungato, de los 1200 a los 1650 metros, es hoy cuna de muchos de los grandes vinos argentinos. Una región muy amplia, se está trabajando fuerte para subdividirla en zonas más chicas, más representativas y precisas.
Origen de vinos de montaña, de suelos pedregosos y calcáreos, con perfil floral y de hierbas silvestres, con gran textura en boca y mucha profundidad.
Seleccionamos 3 exponentes de Gualtallary:
Viña Los Chocos es el un bodega muy pequeña que se desarrolla dentro del emprendimiento Tupungato Winelands, basado en la filosofía del lugar, de viñedos muy calcáreos a orillas de un arroyo seco. Es el proyecto familiar de Rodrigo Reina Rutini (4ta. generación de una tradicional familia de vitivinicultores argentinos).
La Finca la Aguja se encuentra al suroeste de Tupungato Winelands, con suelos heterogeneos en pendiente, compuestos de piedras aluviales, con depósitos de carbonato de calcio y caliche. Los vientos constantes mantienen la sanidad de la uva y contribuyen a una maduración lenta y progresiva. Fermenta 70% con racimo entero con pisoneos y levaduras indígenas. Pasa dos inviernos en un fudre de 1000 litros.
@micheliniwine son los vinos más personales del proyecto de Matias Michelini. Vinos de partidas extremadamente limitadas, de viñedos y productores especiales, de parcelas únicas, con los que Matías lleva años de trabajo.
Finca 84 es, según Matías, una de las parcelas más lindas de Tupungato Winelands, en Gualtallary, especial por sus suelos. En este caso la vinificación es a mano, uva pisada con racimo entero y fermentada en barricas abiertas, de manera muy delicada y criado en barrica durante 2 inviernos. Un vino con gran tensión, aromático, floral y herbal y gran textura en boca.
La linea Aluvional marcó una era en Zuccardi, ya que fueron los vinos que empezaron a mostrar el nuevo camino de la bodega, de la mano de Sebastian Zuccardi, el de la búsqueda de diferenciar el terroir, de los vinos finos, celebrando los suelos mendocinos.
Aluvional Gualtallary es la última adición a la familia, de la zona de Los Cerrillos, una de las zonas con más carbonato de calcio de Gualtallary, con su carácter salvaje, mineral y elegante, de hierbas y flores.