Descripción
Nuestra selección de vinos patagónicos tiene un foco particular en el Alto Valle del Rio Negro, con sus viñedos viejos a orillas del río y sus vinos salvajes aunque equilibrados y en Chubut, con vinos cultivados más allá de los 45º de latitud sur, los vinos más australes de Argentina.
Armamos esta caja con 3 exponentes paradigmáticos de la región:
Bodega Chacra es el proyecto de Piero Inciso della Rochetta, de familia productora en la Toscana, Italia. Se enfocó desde sus inicios en el Pinot Noir, trabajando con viñedos viejos de hasta 90 años, siguiendo prácticas biodinámicas y logrando muy tempranamente vinos de clase mundial.
Barda, la puerta de entrada a Chacra, es fermentado en piletas de hormigón y criado parte en hormigón y parte en madera, nueva y usada. Fruta, mucha fineza y complejidad.
Bodega Noemia es el proyecto, en el Alto Valle del Rio Negro, de Hans Vinding Diers. La bodega trabaja con viñedos viejos de hasta 90 años, siguiendo prácticas biodinámicas y logrando vinos muy complejos. Desde 2016 se nota año a año mayor fineza y precisión en los vinos, vinificando con simpleza y siguiendo métodos tradicionales.
A Lisa es su vino de pueblo, con uva proveniente de 4 viñedos distintos alrededor de Mainqué, que se cosecha por separado, cada una a su tiempo y se fermenta despalillado con levaduras nativas seleccionadas. Se busca mostrar la sinceridad de la uva patagónica. Un vino con gran expresión de la fruta, que gana en complejidad una vez abierto.
Bien al Sur, en el paralelo 45, en la estepa patagónica, se encuentra Otronia, a orillas del lago Musters, antiguamente llamado Otrón. De viñedos orgánicos, extremos, expuestos a las heladas y el fuerte viento, que dan gran carácter a la uva, sobre una amplia variedad de suelos nace este nuevo proyecto de la familia Bulgheroni.