Descripción
Gualtallary, montaña arriba de Tupungato, de los 1200 a los 1650 metros, es hoy cuna de muchos de los grandes vinos argentinos. Una región muy amplia, se está trabajando fuerte para subdividirla en zonas más chicas, más representativas y precisas.
Origen de vinos de montaña, de suelos pedregosos y calcáreos, con perfil floral y de hierbas silvestres, con gran textura en boca y mucha profundidad.
Seleccionamos 3 exponentes de Gualtallary:
Riccitelli Pinot Noir 2020 Sobre Suelos Calcáreos de Gualtallary es un vino profundamente influenciado por el ambiente que provee la Cordillera de los Andes.
La etiqueta muestra una especie de cactus que es nativa y encuentra su hogar en altura y condiciones únicas de suelo, al igual que este Pinot Noir.
Se vinifica en pequeñas cubas de roble francés con levaduras indígenas y sin la adición de ningún elemento ajeno, a temperaturas entre 24º y 26ºC durante varias semanas. La crianza continúa en barricas usadas hasta la siguiente vendimia.
La línea Polígonos representa la máxima expresión de la búsqueda de Sebastián Zuccardi de diferenciar el terroir del Valle de Uco, con vinos que reflejan sus paisajes, climas y suelos, con uvas provenientes de lugares dispersos y viticultores que habitan esos pueblos hace generaciones. Este Polígonos –de un viñedo de Gualtallary– proviene de suelos originados en el abanico aluvial del río las Tunas, y con aportes eólicos y muy heterogéneos, generalmente arenosos de poca o media profundidad.
Altos Las Hormigas es el proyecto ítalo-chileno de Antonio Morescalchi, Alberto Antonini, Attilio Pagli, Pedro Parra, Albert Cussen, Pedro Donoso y Patricio Bustamante en el corazón de Mendoza, inicialmente en Luján de Cuyo donde tienen la bodega y 211 hectáreas de tierra donde sembraron 47 hectáreas de Malbec entre 1996 y 2012 y otras seis hectáreas de Bonarda en el 2007. Posteriormente sembraron 54 hectáreas en Altamira en el Valle de Uco, en su mayoría Malbec con algo de Bonarda y Semillón para mantener la biodiversidad.
En este Malbec de los Cerrillos la búsqueda fue sacar la influencia de la madera para mantener la pureza del lugar, por lo que es criado en foudres de roble de 3500 litros, neutros, sin tostar, y parte en cemento durante casi 2 años. Fresco, mineral, con toques de hierbas y flores, lindísimo vino.